Descripción de los problemas
Una vez hecha la selección y priorización de los problemas será preciso interpretarlos y desagregarlos en sus causas y consecuencias.
Un problema se precisa mediante su descripción. Así, la descripción de un problema expresa los “síntomas” del mismo, a estos los vamos a llamar “descriptores”. Los descriptores son hechos que verifican la existencia del problema y debemos diferenciarlos de sus causas y consecuencias. Ejemplo:
La descripción de un problema sirve para verificar su existencia y también para el seguimiento y evaluación de nuestras acciones planificadas en el tiempo. Para esto será necesario desagregar los descriptores en indicadores, por ejemplo:
Problema: Desconocimiento del uso de lavandina como desinfectante en los carniceros del municipio X, agosto-noviembre, 2015.
Descriptor: Se verifica por mal uso de la dilución de lavandina para desinfectar equipos, maquinarias, superficies de contacto.
Indicador: El 63% de los encuestados no aplica el procedimiento estandarizado de desinfección de superficies y maquinarias.
En la descripción del problema y sus indicadores es fundamental definir lo que se denomina la Línea de Base, es decir, los registros actuales de la variable-problema. La línea de base representa la manifestación actual del problema (expresado por el indicador) y por lo tanto se convierte en la referencia para evaluar en el tiempo si las acciones diseñadas tienen los resultados esperados o no.